aida.ulloa@eluniversal.com.mx Hoy en día crear y mantener una relación los consumidores es difícil para cualquier marca. Un emprendedor mexicano encontró la manera de reinventar la forma de ver el cine y al mismo tiempo atacar un mercado que abarca a casi 90% de la población en México al que las compañías quieren llegar. Cinepop, que significa “cine popular”, ofrece cine gratuito a comunidades de nivel socioeconómico medio y bajo al aire libre, gracias a las pantallas inflables de casi 18 metros de largo que al doblarlas caben sin mayor problema en cualquier automóvil. En cada evento diversas marcas ofrecen sus productos y servicios para el segmento de menores ingresos. Los formatos de mercadeo below the line van desde pruebas de productos, transmitir un anuncio antes de la película, vender artículos y servicios, hasta recopilar datos de los asistentes. Ariel Zylbersztejn, quien fundó Cinepop hace ya casi cuatro años, cuenta que, luego de estudiar su carrera en Comunicación y hacer algunos cortometrajes y documentales, empezó a entender cómo se movía la industria cinematográfica en México y las dificultades para exhibir su material. “Me di cuenta que realmente aunque pareciera que el cine es visto hoy en día por mucha gente, en realidad es solamente accesible para 7% de la población en México por una cuestión económica y también geográfica”. Aunque el emprendedor sabe que no está inventando ningún hilo negro en la industria cinematográfica, pues el ofrecer funciones y al mismo tiempo hacer campañas masivas ya se hacía hace muchos años en nuestro país, cree que en su caso la tecnología es su gran aliado: “Estamos regresando un poco al formato conocido, pero ahora con una tecnología espectacular que permite ser totalmente masivo”. Cinepop que ya cuenta entre sus clientes a Telcel, Pedigree, Whiskas, Vanart, Elektra, Banco Azteca, Procter & Gamble, entre otros, proyecta películas comerciales familiares habladas o dobladas al español. “La gente nos pide que regresemos, estamos promoviendo la recreación familiar sana, se acuerdan de nosotros perfectamente y de las marcas que vinieron a nuestros eventos”, asegura Zylbersztejn. Aunque tiene pocos años de vida, 350 mil personas han podido ver una película en espacios abiertos y el reto, según su fundador, es llegar a más de 40 millones de personas en México en menos de 10 años. De tres eventos que realizaron en 2004, para este año la compañía pasará a más de 60, cada uno con capacidad para hasta 5 mil personas. “En cada evento tratamos de alinearnos a la estrategia de marketing de las empresas, a partir de eso ayudamos como una especie de servicio de consultoría a crear la estrategia adecuada”, agrega. Con la misión de beneficiar a la gente que realmente no tiene acceso al cine, Zylbersztejn no ve a los grandes complejos exhibidores como una verdadera competencia, pues dice que sus segmentos de mercado son distintos. “Desde el principio la estrategia era no tocar el mercado de los cines, porque ahí ya está cubierto y con el modelo de negocio que hoy en día tienen no pueden llegar a estos mercados (segmentos bajos)”. Con su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, Zylbersztejn tuvo cobertura por medios de comunicación internacionales, lo que le dio presencia mundial y una importante cantidad de correos electrónicos de personas de distintos países interesadas en que les presente el concepto. “Primero lo que queremos es que esto funcione en México para poder tener un servicio mexicano de exportación”, por lo cual espera en tres años estar listo para las ligas internacionales. A principios de este año Cinepop ganó el primer lugar en el premio a la Empresa más Innovadora que otorgan American Express y Dell. Cinepop fue elegida por un panel de especialistas de Endeavor México por su cultura emprendedora. “Nos sentimos un puente de alianza entre las grandes corporaciones y los segmentos con menos oportunidades. Más que un cine nosotros lo que estamos haciendo es llevar acceso a oportunidades, dentro de nuestros eventos nosotros promovemos diferentes cuestiones como microcréditos, educación, artículos de comunicación, transportación y eso abre oportunidades”, finaliza Ariel Zylbersztejn. |