"QUE ME PERDONEN LOS DIRECTORES DE CINE, PERO EL GUIÓN ES LA PARTE MÁS IMPORTANTE DE UNA PELÍCULA"

miércoles, septiembre 26, 2007

Ante un auditorio repleto Rubem Fonseca, con enorme juego de cintura, disparó respuestas como si fuese un Garrincha de las letras, a los estudiantes que asistían a la conferencia magistral que el escritor brasileño impartió en los Encuentros con Creadores del miércoles 28.

"¿Qué hace cuándo se le acaban las ideas?" "No se me acaban nunca".

"Ibsen decía que el escritor ve. El escritor mediocre usa la realidad y la describe. El escritor siente, lo que ve es apenas un ingrediente. Se necesitan ganas. Y la disciplina para sentarse y escribir como sea: a mano, en la computadora, en la vieja máquina de escribir, cincelando en la pared. ¿Adaptar grandes novelas con éxito? John Huston el cuento de Joyce, The Dead, pero generalmente son un fracaso. Novelas malas como la de Puzo, dan películas antológicas como El Padrino de Coppola. Yo mismo hice 18 versiones para Walter Salles de El Gran Arte y mi abogado criminalista brasileño se hizo americano y terminé escribiendo el guión en inglés. Carrier cuenta que tuvo que sacar partes enteras del libro de Kundera.

"No existe inspiración. Sólo transpiración. Como bien exhaló Edison. Muchos escuchamos en su portuñol cerrado la palabra Edson, ¿esterá hablando de Pelé? No, se refería a Thomas Alva Edison.

Otra pregunta: "¿Es cierto que los escritores necesitan consumir alguna droga para crear?" "Es verdad" Responde serio el abstemio. Ríe. Completa: "La mayoría son alcohólicos. Otros simplemente locos. Yo soy loco."

"Es verdad. La censura prohibió mi libro de cuentos Feliz Año Nuevo. Fui procesado. Acusado de haber escrito un libro inmoral, una apología del crimen. Perdí en la primera instancia, contra demanda que sólo gané 25 años después. Pero no me acobardé ni en los momentos más álgidos. Al contrario, mi respuesta fue El Cobrador, un libro realmente violento que dan ganas de vomitar cuando se lee." Todos ríen pues él hace cara más de asco que de horror.

"¿Cómo se dice chupar?" Su traductora ignora el sentido sexual que el fescenino Fonseca busca. "Igual". "Chupen todo, a diestra y siniestra. Atentos a todo, chupen. Sólo así conseguirán la obra de arte completa, la que contenga música, poesía, realidad..."